martes, 8 de marzo de 2011

Día de la mujer: pequeña reflexión y más postales psicoanalíticas

Resulta que hace tres años consecutivos que me indispongo justo en el día de la mujer. A veces no puedo terminar de creer cómo mi vida se esfuerza en generar situaciones simbólicas, digo, menstruación cual símbolo representativo de la mujer y todo tiene sentido.
Y en este día especial, en el cual me siento obesa, horrible, hinchada y desgraciada –justamente por ser mujer-, siempre hay algún sujeto que con toda la amabilidad y radiante buena onda universal me dice “Feliz día, mujer”, seguido de comentarios forros y mersas como “Gracias por ser la luz que concibe, por tu fragilidad y tu inmaculada –insert algún sustantivo femenino aleatorio-“.
Ay sí, no sabés lo frágil e inmaculada que me veo concibiendo unos kilos y rasqueteando un pote prácticamente vacío que solía tener medio kilo de helado mientras puteo por no haber comprado un kilo, CONCHUDO.

Bien, luego de esta serena y agradable reflexión me dispongo a mostrarles mis nuevas postales psicoanalíticas para el día de la mujer. Sintéticas y con un fondo acorde.
Sí, usted, hombrecito amable, ahórrese de recibir unas buenas puteadas y regálele alguna de estas postales a su compañera.




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