martes, 3 de enero de 2012

Nacer en el Renacimiento para que mi fofez pase desapercibida.

Hace unos meses, luego de una comilona digna del film de Ferreri "La Grande Bouffe", nos quejábamos entre amigos acerca de lo injusto de una sociedad donde la fofez corporal deba ser ocultada debido a que convencionalmente ha sido estipulada como algo antiestético. –Aunque debo aclarar que conociéndonos tal protesta no surgió del descontento que implica la preocupación por una problemática social, más bien fue un lamentable descontento por sentirnos culpables de todo lo que comimos ese día. -

Pasaron las semanas y seguí pensando en el asunto, comencé a recordar algunas pinturas renacentistas donde las modelos eran michelines luminosos en tonos dorados. Mas luego tuve una epifanía, en el Renacimiento no era necesario ocultar la fofez debido a la siguiente premisa: La fofez como paradigma de la belleza.

Es así como por aquel entonces las top models renacentistas andaban dichosas y despreocupadas compartiendo sus esplendorosos colgajos de piel fofa con el mundo. Eran la representación de la estética en todo su esplendor y el arte fofo pasó a la historia causando sensación. No es casual, naturalmente la plebe no solía ser rolliza y corpulenta, por lo tanto la rozagante fofez del Renacimiento era símbolo de una buena vida.

Volviendo al lugar de la fofez en el siglo XXI, ya no creo que sea posible reposicionar la moda del libre albedrío del colgajo, tan sólo me conformaría con un mundo donde la fofez deje de ser condenable y pase desapercibida. 
Y así, señores, he creado la página de Facebook “Nacer en el Renacimiento para que mi fofez pase desapercibida”.




La cantidad de adeptos fue vertiginosa. Miles y miles de personas se unieron a la causa, o más bien a este deseo de ínaturaleza retrospectiva.
Como suele suceder con varias páginas de Facebook la gracia radica en su nombre y no hay mucho más que desarrollar al respecto. Sin embargo he decidido compartir algunas de las actualizaciones que esporádicamente realizo para los ya 14.310 fofos que formamos (valga la redundancia de "fo") parte de esta aspiración histórica. Y desde ya están invitados a unirse.













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